Si comes carne, pecas; si no vas a hacer el vía crucis, te jalan las patas; si no vas a misa, eres malo. Semana Santa... la historia jamás contada.
“Una persona que se dedica a distribuir pastillas para matar a los embriones no debe ser un ministro de Salud y tiene que irse a su casa”, dijo anteayer Cipriani, para luego poner un tono de voz más severo y sostener que espera que la posición de Ugarte sea “una provocación que solo quede en palabras” y, por último, sin medias tintas, preguntarse “¿qué espera el presidente Alan García para enviar a su casa al ministro de Salud?
Que ocurre cuando un representante institucional habla en nombre de la institución, ¿nadie le dijo a Cipriani que si a puertas de Semana Santa hace comentarios de carácter político con afanes de intromisión pública en asuntos internos estatales, le van a jalar las patas?
No quiero comer pescado, no quiero ir a misa, no quiero hacer nada de eso. ¿A alguien debería interesarle? En realidad no. Pero aun soy dependiente, y tengo que respetar ciertos ritos de los cuales no me siento parte, pero no por ello voy a ser irrespetuoso.
Porque si un no creyente común y silvestre puede entender esto, ¿por qué una institución con mas de 1000 años no puede? ¿Cuál es el afán de monopolizar las creencias populares? ¿Cuál es el motivo para meter la narices en temas que no son de su competencia?
Por eso y muchas cosas mas... Salve Leonard Cohen